Información General
Pobladura de Pelayo García es un municipio formado únicamente por un núcleo de población que recibe su mismo nombre. El municipio está en la Comarca del Páramo Leonés a una altitud de 797 metros sobre el nivel del mar. En esta villa viven en torno a unos 436 habitantes.
Este pueblo se llama “pobladura” porque así es como se conoce a los lugares que fueron repoblados en la época medieval cuando se llevaba a cabo la reconquista de territorios ocupados por los musulmanes. El nombre de “Pelayo García” hace referencia al repoblador, aunque no se han encontrado datos de este en ningún registro.
Pobladura de Pelayo de García disfruta de una orografía de las más llanas de todo el territorio nacional. Dentro de sus límites municipales hay un bosque de encinas centenarias que es el lugar ideal para disfrutar de distintas excursiones o rutas de senderismo que surcan la zona.
La localidad celebra numerosas fiestas de las cuales hay dos cuyas celebraciones destacan sobre las demás. La primera de ellas es el día 22 de abril y es conocida como “El Voto”. Se celebra en honor a la Virgen de las Angustias. La segunda es la celebración del Corpus Christi que no tiene fecha fija ya que va variando cada año. Las dos tienen en común la realización de danzas folclóricas muy típicas en esta región. Se hacen para venerar a la virgen.
El término “Pobladura” es común en numerosos lugares y aldeas leonesas; su significado alude a la repoblación medieval de los territorios reconquistados tras la invasión musulmana. El nombre de “Pelayo García” hipotéticamente se refiere al fundador de esta antigua colonia, aunque se carece de documentos que lo confirmen. Un documento de finales del s. XV atestigua la existencia de una judería a finales del s. XV en Pobladura de Pelayo García.
Pobladura de Pelayo García es uno de esos numerosos pueblos que nacieron en la Edad Media, pasados los momentos más cruciales de la Reconquista, para poner en explotación los terrenos antes yermos.
El Páramo leonés, con sus campos llanos y arenosos, fueron cultivos de cereales y viñedos. Hoy, el regadío, los ha convertido en terrenos de cultivos intensivos, que aportan riqueza a sus habitantes. La localidad, de trazado uniforme y calles amplias, vive en casas de dos plantas; en los bordes, naves ganaderas hablan de la explotación intensiva del ganado vacuno.
De la fisonomía urbana destaca la iglesia de San Andrés, muy reformada. Es obra renacentista del s. XVI, con pórtico moderno, que encierra portada, de medio punto, lisa y de grandes dovelas. En el interior, destaca el retablo barroco, de cinco calles y cuatro cuerpos asimétricos, presidido por la imagen del santo titular con cruz aspada.